miércoles, 9 de abril de 2014

DILEMAS DE LA GUERRA CIVIL V: EL INICIO DE LA II REPÚBLICA.







RENUNCIA DE ALFONSO XIII:

«Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público, hasta en las más críticas coyunturas. Un rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez. (...)
Soy el Rey de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas, en eficaz forcejeo contra los que las combaten. Pero, resueltamente, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro, en fraticida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme algún día cuenta rigurosa.
Espero a conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras habla la nación, suspendo deliberadamente el ejercicio del poder real y me aparto de España, reconociéndola así como única señora de sus destinos. (...)

Madrid, 14 de abril de 1931»

FUENTE DEL TEXTO, El rincón del vago:

<<...En la mañana del 14 de abril, a las seis de la madrugada, los concejales electos de Eibar reunidos en su casa consistorial, proclaman la República.

Romanones, se puso en contacto con el Rey y anunció conversaciones con los republicanos, concretamente con Alcalá Zamora. A las dos y cinco de la tarde del día 14, Romanones, en nombre del propio Rey aceptó la marcha del monarca. A las 11 de la mañana, el general Sanjurjo, director de la Guardia Civil se puso al servicio de la República.

En Cataluña, a las dos menos veinte de la tarde, Luis Companys (líder de Ezquerra Catalana)desde el balcón del Ayuntamiento de la ciudad, anunciaba el nacimiento de la República e izaba la bandera tricolor.

En la tarde del 14 de abril, se celebró el último consejo de ministros de la Monarquía en el Palacio de Oriente. Tan solo un ministro se resistió a que Alfonso XIII abandonase el poder, a las nueve y cuarto de la noche, el rey emprendió viaje a Cartagena, para desde allí embarcar a Marsella.

En la Puerta del Sol de Madrid a las nueve de la noche, Niceto Alcalá Zamora, desde el despacho del Ministro de la Gobernación proclamaba la República a todo el País a través de las ondas de la radio.

De esta forma por primera vez en la historia de España un nuevo régimen quedo instaurado sin derramamiento de sangre.

El 12 de abril de 1931 como hemos mencionado anteriormente se convocaron elecciones y ganó la izquierda.

Establecido el gobierno provisional, formado por: presidente, Niceto Alcalá Zamora (derecha liberal republicana), ministros de partidos de centro izquierda, por el PSOE, Largo Caballero, Indalecio Prieto, por Acción republicana, Manuel Azaña, y por el partido radical de centro Alejandro Lerroux.

Este gobierno provisional tiene como objetivo formar una asamblea nacional constituyente y . la redacción de un texto constitucional. Así el gobierno provisional convoca para el 28 de junio de 1931 elecciones a cortes constituyentes. Elaboran la Constitución del 9 de diciembre de 1931...>>

CONSTITUCIÓN REPUBLICANA.


Definición de España en la discusión del Titulo Preliminar, ponencia definía a España   como "una República de trabajadores de toda clase, que se organizan en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. (...) La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.

Lenguas. Fuente Wikipedia.

La otra cuestión polémica del Titulo Preliminar fue la declaración del castellano "como idioma oficial de la República" (artículo 4). El diputado Abilio Calderón propuso sustituir castellano por español, a lo que le respondió el diputado catalán Gabriel Alomar que "si lengua española es el castellano, entonces mi lengua catalana, el vasco y el gallego, no son lenguas españolas". En el debate intervinieron Castelao, en defensa de la lengua gallega, y Miguel de Unamuno, que defendió su enmienda de que "a nadie se podrá imponer el uso de ninguna lengua regional", a lo que se opusieron los diputados nacionalistas vascos (Jesús María de Leizaola fue su portavoz), catalanes (Gabriel Alomar y Jaume Carner pidieron la palabra) y gallegos (intervino Otero Pedrayo). La ponencia volvió a rehacer el artículo 4 que finalmente incluyó la enmienda de Unamuno pero limitada por la expresión "salvo lo que se disponga en leyes especiales", como eran los estatutos de autonomía. El artículo 4º quedó finalmente redactado así:1

Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional



En el artículo 50, que obligaba a la utilización (aunque no exclusivamente) del castellano como lengua vehicular en la enseñanza y facultaba a la República para dotar, en cualquier parte del territorio nacional, de estructuras educativas propias que permitiesen la instrucción en lengua castellana. Las Regiones autónomas podrán, sin embargo, organizar enseñanzas en sus lenguas respectivas, pero en este caso mantendrán también en dichas Regiones las Instituciones de enseñanza en todos los grados en el idioma oficial de la República.

Para defender la estructura del estado de la Constitución de 1931, Manuel Azaña dijo:

Una de las cosas que tiene que hacer la República es resolver el problema de Cataluña, y si no lo resolvemos, la República habrá fracasado, aunque viva cien años (Rumores), y la única manera de resolver el problema de Cataluña es resolverlo en sentido liberal... Y en todo el problema catalán no hay nada más irritante, a veces, que la cuestión de las lenguas. (...) Lo que no se puede hacer desde ahora es cerrar los caminos, disgustando a los que hemos venido aquí con el mejor deseo de dar a este problema una solución armónica que permita vivir a Cataluña en paz con toda España. (...) Señor Maura, no hablemos a los catalanes en tono de oposición de la cultura castellana. Tan española es la suya como la nuestra y juntos formamos el país y la República.
la propiedad podrá ser socializada:

En el debate de los derechos económicos, sociales y culturales recogidos en el Capítulo II.

"Economía libre" quiere decir "hombre esclavo" y, en cambio, una economía sojuzgada y sometida es lo único que hace posible una verdadera posición de libertad para el hombre. Y eso es lo que nosotros representamos; vamos hacia una economía planificada, hacia una economía sojuzgada, hacia una economía sometida, hacia una economía disciplinada y subordinada al interés público.
"El Estado podrá intervenir por ley la explotación y coordinación de industrias y empresas cuando así lo exigieran la racionalización de la producción y los intereses de la economía nacional"

El derecho al voto de las mujeres

Las elecciones a Cortes Constituyentes se realizaron por sufragio universal masculino, quedando excluidas las mujeres, aunque éstas se pudieron presentar como candidatas. Sólo tres mujeres resultaron elegidas: Margarita Nelken en las listas del Partido Socialista Obrero Español, Clara Campoamor en las del Partido Republicano Radical y Victoria Kent en las del Partido Republicano Radical Socialista. Estas dos últimas protagonizarán el debate sobre el sufragio femenino.Clara Campoamor en defensa de la concesión inmediata del derecho al voto a las mujeres:

Precisamente porque la República me importa tanto, entiendo que sería un gravísimo error político apartar a la mujer del derecho del voto. (...) Yo soy Diputado por la provincia de Madrid; la he recorrido, no sólo en cumplimiento de mi deber, sino por cariño, y muchas veces, siempre, he visto que a los actos públicos acudía una concurrencia femenina muy superior a la masculina, y he visto en los ojos de esas mujeres la esperanza de redención, he visto el deseo de ayudar a la República, he visto la pasión y la emoción que ponen en sus ideales. La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven... Que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt, de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos, es caminar dentro de ella
 En el artículo 27 se reconocía la libertad de conciencia y de cultos, aunque "las manifestaciones públicas del culto" quedaban sujetas a la autorización previa del Gobierno, y se secularizaban los cementerios. En el artículo 43 se reconoció el derecho al divorcio por “mutuo disenso o a petición de ambos cónyuges, con alegación en este caso de justa causa”. Y el artículo 48 instituyó la escuela laica y “unificada”, manteniéndose la limitación de la actividad educativa de la Iglesia a “enseñar sus respetivas doctrinas en sus propios establecimientos”, bajo la inspección del Estado.

Aquí observamos un cuadro con las principales características de la constitución :

DE ACUERDO CON EL HISTORIADOR PAUL PRESTON EN EL INICIO DE LA REPÚBLICA:

<<...La Segunda República se proclamó el 14 de abril de 1931, dos días después de que una gran coalición de socialistas y republicanos de clase media hubiesen ganado unas elecciones municipales en las principales ciudades españolas. Dicha victoria provocó la salida del país del rey Alfonso XIII. El acontecimiento fue acompañado por una explosión de alegría popular y de unas expectaciones excesivas de que el nuevo régimen pudiera remediar las injusticias y deficiencias sociales y políticas tanto de la monarquía como de la dictadura del general Primo de Rivera. La coalición republicano–socialista se proponía emprender una serie de reformas sociales y construir una España moderna, libre de las influencias reaccionarias de la Iglesia católica y de las fuerzas armadas.
(...)
La llegada de la República encontró a la derecha temporalmente carente de organización política. Por tanto, las clases altas y numerosos sectores de las clases medias se conformaron con la marcha de Alfonso XIII porque no tenían otra alternativa. Lo hicieron con la esperanza de que, sacrificando al rey y tolerando a un presidente, podrían protegerse de mayores desgracias en el camino de la reforma social y económica.(...)La proclamación de la República significó que, por primera vez, el poder político pasó de las oligarquías a las izquierdas moderadas.
(...)
Para obstaculizar el proyecto reformista republicano–socialista dispondrían del poder económico, de los bancos, de la industria y de la tierra, y del poder social, el control de los medios de comunicación, la prensa, la radio y el sistema de enseñanza que en gran parte era privado. Además, contaban con el poder persuasorio de la Iglesia y el monopolio de la violencia en manos del Ejército y la Guardia Civil en su determinación de impedir cualquier ataque contra la propiedad, la religión o la unidad nacional. (...)

Sin embargo, en los primeros dos años de la República, antes de darse cuenta de que estaban atrapados entre las exigencias de las masas impacientes y la tenaz hostilidad de la derecha ante cualquier tipo de reforma, los socialistas colaboraron con un espíritu de autosacrificio y optimismo. Sus ministros se plegaron a la negativa de Maura de abolir la Guardia Civil, odiado símbolo del antiguo régimen para trabajadores y campesinos. Además, como gesto conciliador para con las clases adineradas, el ministro de Hacienda, Indalecio Prieto, anunció que asumiría todas las obligaciones financieras de la Dictadura.”
“Aun así, la hostilidad de la derecha se manifestó muy pronto. Casi de inmediato, la situación financiera se vio amenazada por la masiva evasión de capitales. Tras la proclamación de la República, los seguidores del general Primo de Rivera empezaron a recolectar dinero de aristócratas, terratenientes, banqueros e industriales para justificar la necesidad de un golpe militar para derrocarla, financiar actividades conspirativas y comprar armas.
(...)
Desde finales de abril hasta principios de julio, los ministros socialistas de Trabajo, Francisco Largo Caballero, y de Justicia, Fernando de los Ríos, publicaron una serie de decretos dirigidos a remediar la dramática situación de paro en la España rural, intensificada por el regreso de emigrantes de América Latina y del norte de Europa a unas tierras castigadas por la sequía durante la temporada 1930–1931. De los Ríos rectificó el desequilibrio de los arrendamientos rurales, que favorecían a los terratenientes, dificultando tanto el desahucio como la subida de los alquileres. Las medidas de Largo Caballero fueron más polémicas. Con el llamado «decreto de términos municipales», que prohibía contratar obreros foráneos mientras los trabajadores del propio municipio permanecieran sin empleo, pretendió neutralizar la más potente arma de los terratenientes: la capacidad de romper las huelgas y mantener los salarios bajos a base de contratar mano de obra barata traída de fuera. Luego creó jurados mixtos para la negociación de los salarios y las bases de trabajo en el campo, antes decididos a capricho de los propietarios, y estableció la jornada de ocho horas. Y a que tradicionalmente el jornal suponía que los braceros trabajaran de sol a sol, ahora[…]”

En muchas provincias, la influencia social de las élites locales, de la Iglesia y de los jefes de puesto de la Guardia Civil pronto aseguró que muchos gobernadores no se atreviesen a plantar cara a quienes desacataban abiertamente las leyes e incluso con frecuencia acabaron siendo más leales a las élites locales que al Gobierno. (...)
Tanto a nivel nacional como en provincias, las poderosas redes de prensa y canales de radio de la derecha empezaron a presentar a la República como responsable de los problemas de la economía española y de la violencia de las turbas.”

“Los más poderosos enemigos de esta eran la Iglesia y el Ejército. Ambos fueron fácilmente empujados hacia la derecha antirrepublicana, en parte por los errores cometidos por los políticos reformistas, pero también debido a las acciones de los partidarios de una línea dura dentro de sus propias filas. En lo que se refiere a la Iglesia, entre los más militantes se encontraban el intransigente obispo de Tarazona, en la provincia de Zaragoza, Isidro Gomá, y el cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, Pedro Segura. Este ambicioso e irascible clérigo escribió una pastoral a todos los obispos y fieles de España pidiendo la movilización para conseguir la elección a las Cortes Constituyentes de «candidatos que ofrezcan garantías de que defenderán los derechos de la Iglesia y del orden social». Tan irresponsablemente provocador fue su lenguaje monárquico, en un contexto de entusiasmo popular por la República, que el ministro de la Gobernación, Miguel Maura, se vio obligado a expulsarle del país. La prensa de derechas presentó fotografías del cardenal primado escoltado por policías y guardias civiles como prueba de que la República perseguía a la Iglesia. 
(...)
La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) no se identificaba con la República, que consideraba, como la monarquía, un mero instrumento al servicio de la burguesía. Aspiraba simplemente a contar con mayor libertad para difundir sus objetivos revolucionarios y seguir alimentando su encarnizada rivalidad con el sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores (UGT). La breve luna de miel concluyó apenas dos semanas después de las elecciones, con la brutal represión policial de las manifestaciones del 1 de mayo promovidas por CNT–FAI. Una huelga general convocada el 18 de julio por la CNT ofreció al Gobierno la oportunidad de subrayar su compromiso con el mantenimiento del orden público. Los afiliados de la UGT no secundaron la huelga, que fue declarada ilegal.”
(...)
Ya que para los anarquistas la República era «tan repugnante como la monarquía» era fácil dividir la izquierda, algo que se vio dramáticamente con motivo de la huelga revolucionaria de ámbito nacional convocada por la CNT para el 8 de enero de 1933 y sus sangrientas repercusiones en la localidad de Casas Viejas, en la provincia de Cádiz. En las condiciones de lock–out existentes en 1932, cuatro de cada cinco obreros de Casas Viejas estaban en paro durante gran parte del año, alimentando a sus familias sola“mente a base de la caridad, de trabajos ocasionales en obras públicas y del merodeo por la zona en busca de espárragos silvestres y conejos. Su desesperación, intensificada por la subida del precio del pan, aseguró que el 11 de enero su respuesta a la convocatoria revolucionaria de la CNT fuese una proclamación del comunismo libertario que desembocó en una represión violenta en la que murieron veinticuatro personas.
La prensa derechista al principio se frotó las manos, felicitando a las fuerzas del orden, pero pronto se dio cuenta de que se podía explotar la situación. La consiguiente campaña de desprestigio, en la que denunció a la República por brutal y corrupta, desmoralizó a la coalición republicano–socialista. Las tareas del Gobierno se vieron virtualmente paralizadas. Aunque los socialistas apoyaron lealmente a Azaña, quien cargó con el peso de los insultos derechistas, el incidente anunció la muerte de la coalición al simbolizar el fracaso del Gobierno en su pretensión de resolver el problema agrario...>>



Pasajes de Paul Preston “En el combate por la Historia.” 




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