martes, 3 de junio de 2014

CATALUÑA 2014


El artículo de Antonio Baños, autor de LA REBELIÓN CATALANA en el DIARIO.ES: La rebelión catalana es lo mejor que le ha pasado a España. Abre nuestra actividad de hoy, lee lo que dice el artículo, o algún otro del mismo autor y después lee los siguientes textos:

<<...El día 10 de septiembre por la tarde llegamos al hotel, el Carlos V de les Cases d’Alcanar, y pudimos confirmar esas sensaciones. El hotel estaba lleno a rebosar, y colgaban estelades de práctiprácticamente todos los balcones de las habitaciones. Era impresionante. A través de las redes sociales nos llegaban noticias de situaciones muy similares alrededor del país. Empezamos a sentir que estábamos a punto de formar parte de un hecho realmente histórico. Y así fue. Qué te voy a explicar que no hayas visto mil veces por televisión. No creo que en Europa se haya producido una movilización popular tan masiva, tan compleja de organizar y tan pacífica por un objetivo político. Aquel día 11 de septiembre, mi mano izquierda se agarró a la de mi hijo pequeño y la mano derecha a la de un desconocido que luego supe que se llamaba Nicolás y venía de Sant Boi de Llobregat. Debía de tener entre treinta y cuarenta años y hablaba un catalán con acento andaluz típico del área metropolitana.”
“Aquel día, la gente tomó conciencia de su poder. Fuimos conscientes de nuestro poder.
Te lo diré sin tapujos. Para mí, este es el motivo más poderoso para votar sí a la independencia, muy por encima de las consideraciones económicas, culturales o sentimentales: la revolución democrática. Comprobar que la fuerza de la gente se está imponiendo a los deseos inmovilistas del establishment. Ver que los ciudadanos estamos recuperando el protagonismo perdido en algún rincón de la Transición hace ya 35 años. Constatar que se trata de un movimiento de arriba a abajo, incontrolado e incontrolable. Y, sobre todo, imaginar la oportunidad que representa de volver a empezar y hacer las cosas mejor.”

“Tenemos la oportunidad delante de las narices. Un proceso de independencia representa una ruptura democrática con el antiguo Estado y la apertura de un proceso constituyente del Estado nuevo. Redactar una constitución desde cero, hacer las leyes fundamentales desde cero, volver a debatir cómo nos queremos organizar, cuáles tienen que ser las prioridades, qué queremos aportar al mundo… Y tenemos la oportunidad delante de las narices precisamente cuando más claro tenemos que las cosas tienen que cambiar, porque la crisis ha desnudado el sistema y nos ha mostrado sus vergüenzas. Honestamente, me cuesta mucho creer que, teniendo la oportunidad de empezar de nuevo, volvamos a reproducir un modelo donde se puede engañar a los ciudadanos con preferentes o echarlos de su casa por impago de hipotecas, donde se construyen aeropuertos sin aviones y estaciones de AVE sin pasajeros, donde las elecciones se celebran con listas cerradas y los electos no tienen que responder delante de la ciudadanía, donde un corrupto confeso como Fèlix Millet puede estar cinco años arrellanado en el sofá de su casa a la espera del juicio...

La Cataluña independiente no será el jardín del Edén, seguro. Pero puede ser un país mucho mejor, si queremos. Una cosa sí es segura: seremos dueños de nuestros aciertos y nuestros errores. Mayores de edad....>>

Pasaje de: Voltas, Eduard. “Carta a un indeciso.” 2014. 

“«Espanya ens Roba» (España nos roba). Se acabó el discurso soviético anti-imperialista, se acabó financiar el baile de sardanas, se acabó integrar lingüísticamente a los ecuatorianos (por cierto, la Generalitat financia hasta webs en castellano de independentistas que son inmigrantes latinoamericanos). El nacionalismo ha encontrado su frase mágica: «Espanya ens roba». Sin embargo, el subterfugio argumentativo es viejo y corresponde a un tópico más. En 1985, gracias a la aportación de un libro de Ramón Trias Fargas sobre la asfixia económica premeditada de España contra Cataluña, titulada Narració d’una asfixia premeditada. Se argumentaba «científicamente» que había una premeditación de acabar con Cataluña (como si a España le interesara que su motor económico se parase). La obra no podía ser muy científica porque el autor no es economista sino abogado; y, en el fondo, era una copia de la obra titulada Tratado de la Hacienda Pública (1959) del experto en fiscalidad y federalismo Richard Abel Musgrave. Una vez creado el tópico sólo hay que repetirlo hasta la saciedad.
“El problema de Cataluña no es «España». El problema de Cataluña es el desvarío de sus élites políticas y económicas; es el desierto espiritual que ha dejado la religión nacionalista; es el materialismo consumista y la idolatría icónica que produce el Barça; es el complejo constante del recién llegado que necesita proclamarse más catalanista que nadie; es la incapacidad siquiera para prever un futuro inmediato fácil de dibujar: pérdida absoluta de la identidad real, al desconocer profundamente la esencia y la historia de Cataluña; una sociedad fracturada con amplios sectores islamizados; una traición de las elites abandonando a su suerte a amplias capas de la población, pues no se podrá mantener el Estado de Bienestar; una muerte vegetativa de la población, debida a las bajísimas tasas de natalidad, que serán sustituidas por masas de inmigrantes «catalanizados» y «normalizados» bajo cuatro consignas inoculadas en una escuela pública decadente e ineficaz. La Cataluña moderna o posmoderna existirá, no sé si independiente de España o integrada en ella, pero existirá sin catalanes; existirá con ciudadanos globalizados, profundamente apátridas aunque barnizados en un tinte identitario del que ignorarán hasta su procedencia. La imagen que nos viene a la mente de los futuros catalanes es la de los turistas trashumantes (que hablábamos al principio de este libro) que se pasean por nuestras tierras con una camiseta del Barça.
No sabemos si este escenario le parecerá al lector exagerado, pero tenemos el profundo convencimiento de que la Cataluña de verdad, esto es, la que puede hilarse coherentemente con su pasado, siendo fiel a generaciones y generaciones de catalanes, sólo puede ser la Cataluña hispana...>>

Pasaje de: Barraycoa, Javier. “Cataluña hispana.”  2013.

<<...Pero pasemos de lo general a lo particular. Hablemos de Cataluña, pues ese es el objetivo de este modesto opúsculo. Los catalanes, pese a nuestra fama de gente sensata y razonable, vivimos instalados en el delirio —antes solo lo rozábamos con cierta frecuencia y a un nivel asaz marginal— desde el 11 de septiembre de 2012, cuando una marea humana compuesta por unas seiscientas mil personas —o entre un millón y medio y dos, según el grado de demencia del nacionalista de turno, capaz de amontonar mentalmente a ochenta de sus conciudadanos en un metro cuadrado— se echó a las calles de Barcelona reclamando la independencia. La cosa estaba organizada por la ANC (Assemblea Nacional Catalana), al frente de la cual figuraba y figura una tal Carme Forcadell, de larga biografía nacionalista. Como no podía ser de otra manera, la señora Forcadell luce a perpetuidad el semblante severo propio de todo buen patriota: los nacionalistas, sean de donde sean, siempre se muestran como los personajes de las novelas de Dostoievski: humillados y ofendidos… Aunque sean ellos los que disfrutan haciéndoles la vida imposible a los demás; en ese sentido, cumplen a rajatabla el patrón del enfermo mental pasivo-agresivo “Cada vez que alguno de estos atorrantes aparece por la televisión autonómica es para recordarnos lo mucho que trabaja por la independencia, insinuando que los demás no damos un palo al agua (en mi caso es cierto, pero no soy el único).
En aquellos tiempos, nuestro presidente, Artur Mas, andaba detrás de un concierto económico a la vasca..."
(...)
“Tras la patria y la religión, el escapismo más lógico y común es el fútbol, que resume ambos conceptos en un espectáculo para mí aburridísimo, pero de fascinación garantizada para la mayoría. Y así sucesivamente. El caso es no sentirse ni solo ni insignificante. Lo cual, en principio, no tendría por qué ser malo. El problema llega cuando se confunde voluntariamente el entretenimiento con la trascendencia. Por eso los devotos de la domesticidad —ya saben, los que nos conformamos con cuatro personas que nos tengan aprecio— solemos juntarnos con gente que, al igual que nosotros, es plenamente consciente de su irrelevancia. Por eso nos aficionamos al arte, a la literatura, a la música pop o a los cómics; cosas que nos distraen, nos hacen compañía, nos ayudan a vivir mejor, nos consuelan a veces y contribuyen siempre a que no nos vayamos de este mundo tan burros como cuando llegamos. Todo ello, sin incurrir en la maldita trascendencia, aunque estemos convencidos de que Orson Welles ha sido mucho más importante para la humanidad que la mayoría de políticos, cardenales y jugadores de fútbol...>>
Pasaje de: Ramón de España. “El manicomio catalán.” 2013


ACTIVIDAD:

Podríamos decir que son dos contra dos:

1.-Enumera los argumentos a favor o en contra de la Independencia catalana,de los textos en una entrada en el BLOG.
2.-Crea un texto propio utilizando los argumentos que más te gusten.

AYUDA:








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