martes, 8 de octubre de 2013

LA CIUDAD COMO LUGAR PELIGROSO I: PLAGAS, HAMBRE, MORTALIDAD, BANDAS Y FUERZAS VIOLENTAS.

En Ciudad de Dios se expresa con claridad el carácter violento de la ciudad y sus formas, favelas, barriadas, arrabales, suburbios, etc...


 

Se refleja en la mentalidad de los pistoleros de Medellín.



En la ciudad de  Medellín, la oferta de asesinos excede la demanda de víctimas. Tanto, que los chicos más jóvenes llegan a matar gratis para intentar hacerse un hueco en el saturado mercado del crimen. El padre Velásquez asegura que ahora es tan difícil prosperar como sicario que muchos le juran que lo dejarían si pudiesen encontrar otro modo de sobrevivir. “Hay infinidad de jóvenes que quieren salirse de esto”, comenta. “No hace falta ni siquiera que lo veamos desde el punto de vista humano, sino desde el mero punto de vista comercial: hay una sobrecarga de combos y de sicarios”. En la cafetería, el asesino retirado que viajaba en avión dice lo mismo: “Uno sabe que ahora hay más pelaos que nunca metidos en las vueltas”.

En Medellín hay más de 5.000 sicarios distribuidos en unas 300 bandas por toda la ciudad. Y, sin embargo, el número de asesinatos no llega ni a la mitad que a principios de los noventa, en la época del capo Pablo Escobar, cuando había más de 4.000 muertos anuales. En 2011 hubo 1.648, casi 400 menos que en 2010. Aunque el índice de homicidios sigue siendo uno de los más altos de las ciudades grandes de Latinoamérica, la cifra se ha estabilizado en la última década en torno a los 2.000 muertos anuales.


También es un ejemplo la Ciudad de Juarez:

La crisis de Detroit. Hubo un tiempo en el que en Detroit todo era lujo y grandeza. Ahora nadie quiere vivir aquí. La gente acude a trabajar, pero su hogar no es este. Los rascacielos de los gigantes del automóvil, como General Motors o Chrysler, siguen dominando sus extensas avenidas. En algunos de ellos, situados junto al río, se han hecho intentos de rehabilitación. La ciudad del motor, que llegó a ser cuarta urbe de Estados Unidos, entró en crisis y empezó a perder población. Sus edificios se vaciaron, sus barrios se abandonaron, sus calles se pudrieron y acabó declarándose en quiebra ante la imposibilidad de pagar sus deudas. Esta ciudad se ha convertido en el epicentro de esa teología del odio que defienden muchos grupos extremistas. Una ciudad fallida, en quiebra, que ha perdido el 25% de su población en 30 años. Detroit ha pasado de dos millones de habitantes a apenas 700.000, tiene una tasa de paro insufrible de más del 20% y es la segunda ciudad más violenta de Estados Unidos (la primera está también en Michigan, a 100 kilómetros). Es una urbe abandonada a su suerte por el Ayuntamiento, que ha cortado la luz, el agua, la recogida de basuras o las patrullas policiales en muchos barrios porque, simplemente, apenas vive gente y ya no hay capacidad recaudatoria. Una ciudad que es un enorme bodegón del fracaso. La primera, como propone algún intelectual, acrópolis estadounidense. En este entorno, ¡cómo no van a surgir apóstoles del odio que galvanizan todo el resentimiento y la frustración de aquellos que sienten sus vidas desperdiciadas!


La ciudad de las favelas. La ciudad brasileña de Río de Janeiro tiene en torno a 1.020 favelas, las barriadas pobres cariocas se están diseminando por toda la ciudad.
Hoy las favelas son fuente de violencia, no por sus moradores -en su mayoría, gente honrada que se desplaza diariamente para hacer los trabajos más humildes en las casas de las familias de clase media-, sino porque se convierten enseguida en nido de narcotraficantes, ya que en ellas no ejercen su autoridad ni el Estado ni la ley. Y las fuerzas del orden, cuando llegan a ellas, son recibidas con disparos de ametralladora o con armas más sofisticadas que las del propio Ejército.

Entre 1999 y 2008, las favelas han robado al suelo de Río nada menos que 3.413 millones de metros cuadrados, principalmente zonas verdes de la ciudad que deberían haber sido preservadas.



Las Maras.Con 66 homicidios por cada 100.000 habitantes, según datos de Naciones Unidas, El Salvador es el país más violento del mundo, por detrás de Honduras. Las maras son responsables del 90% de esos asesinatos. La historia de la violencia en El Salvador está vinculada al auge del crimen organizado y del poder de las maras. La política de mano dura impuesta en 2004 no hizo sino aumentar la brutalidad indiscriminada del conflicto y el número de reclusos en unas cárceles con condiciones infrahumanas que, paradójicamente, se convirtieron en focos para la captación de nuevos mareros.


ACTIVIDADES:

0.-REALIZA LA LECTURA DE ALGUNO DE LOS ARTÍCULOS ENLAZADOS.


1.-DESCRIBE TU LOCALIDAD, REALIZA UN ENFOQUE ORIGINAL, EXPLOTANDO UN TEMA QUE TE PAREZCA INTERESANTE, USA TUS FOTOS. COLOCA ALGÚN ENLACE.


2.-EN OTRA ENTRADA DE BLOG COMPARA TU LOCALIDAD CON OTRAS CIUDADES UTILIZA MATERIAL VISUAL.

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