viernes, 7 de junio de 2013

“América no es un país; América es un jodido negocio”


ARGUMENTO TRADUCIDO DE WIKIPEDIA EN INGLÉS:

En el pasado, Markie Trattman (Liotta), el propietario de una timba de poker , decide organizar un trabajo interno mediante el pago de dos hombres para robar a su sala de poker. Él sostiene al ser interrogado por el hitman Dillon, aunque posteriormente se admite abiertamente su participación de diversas figuras delictivas, que no sufre represalias. En el otoño de 2008, en medio de la crisis financiera estadounidense, un hombre llamado Johnny "Squirrel" Amato (Curatola) planea robar el dinero de la partida de  póquer de Markie, anticipándose a la Mafia culpará Markie para el atraco. 
Para ello alista Frankie (McNairy), un ingenuo, el ex socio de negocios con la voz de un niño, y Russell (Mendelsohn), un adicto a la heroína inestable que está robando perros de raza para el dinero, para llevar a cabo el robo. Al término de la delincuencia, Russell viaja a Florida para vender los perros de raza pura.
Conductor (Jenkins), un emisario de la mafia, conversa con un asesino a sueldo llamado Jackie Cogan (Pitt). Aunque Jackie entiende Markie sido cómplice en el robo mencionado, cree Markie debe ser asesinado con el fin de restablecer la confianza de los mafiosos "en el escenario de juego local. Mientras que en Florida, Russell informa inadvertidamente un hombre llamado Kenny Gill (Slaine) de su participación en el atraco al tratar de reclutarlo como distribuidor. Kenny informa Jackie, que implica Russell, Frankie, y la ardilla como los verdaderos culpables. Jackie trae Mickey Fallon (Gandolfini), un asesino a sueldo de Nueva York, para matar a la ardilla, la ardilla que está familiarizado con Jackie. Jackie mata Markie en un tiroteo. Jackie tarde se frustra con la lujuria y el alcoholismo flagrante de Mickey, y convence conductor para organizar la detención de Mickey antes de que el trabajo se ha completado.
Russell es arrestado por un cargo de posesión de drogas, por su parte, Jackie se enfrenta a Frankie y le convence para negociar el paradero de la ardilla por su vida. Jackie mata Ardilla y Frankie, él se reúne con conductor para recoger sus honorarios. Conductor se niega a pagar Jackie en su totalidad, y Jackie exige su pago.La última película de Brad Pitt pinta un crudo retrato del sueño americano destrozado, mezclando una historia de mafiosos violentos pero con toque cómico con críticas a la incapacidad de los políticos para afrontar la crisis económica.



ANÁLISIS CRÍTICO:

   'Killing Them Softly' tiene lugar en una ciudad de Estados Unidos sin especificar que ha sufrido los embates del colapso financiero: casas abandonadas, tiendas cerradas y mafiosos y delincuentes de poca monta luchando para arreglárselas.

   El mensaje político de la película es inevitable. Los canales de noticias suenan de fondo en los bares y en las radios de los coches, y el tema de debate es invariablemente la crisis económica, los errores políticos, la avaricia y los sueños rotos.

   En una escena del final, Cogan lanza un mordaz ataque contra Thomas Jefferson, el autor principal de la Declaración de Independencia de EEUU, al que acusa de ser un hipócrita y un mentiroso.

   "Vivo en Estados Unidos, y en Estados Unidos estás solo. Estados Unidos no es un país, sólo es un negocio", declara el personaje de Pitt.



Javier Ocaña en lel artículo: La creencia en América señala ..." Solo un aspecto cambia entre una y otra declaración: una es explícita, la segunda; la otra, se deja entrever. Ni en El Padrino ni en Los Soprano ni en The wire hace falta que nadie suelte la teoría capitalista del pueblo americano. Quizá Dominik quería ser tajante, no dejar lugar a dudas antes de su brusco cierre a negro, pero la verbalización de los subtextos suele ser peligrosa, denotar miedo a que no te hayan entendido del todo. A pesar de ello, estamos ante una de las pocas contrariedades que provoca Mátalos suavemente, potentísima historia de mafias contemporáneas, puesta en imágenes con la lírica habitual del director de la extraordinaria El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. Una película asentada en dos patas narrativas que convergen a la perfección: el gusto por la conversación pausada, con rastros de ironía, sarcasmo y comedia negra, como si a Tarantino, de pronto, le hubiesen asaltado ínfulas político-sociales; y la imagen violenta como provocadora forma de lírica, expulsando sesos desde la pantalla como el que escribe un poema romántico. Una confrontación en la que ayuda el gusto de Dominik por las músicas de contraste: canciones de tono feliz para ilustrar momentos de suma crueldad.

Pulula por la película una cierta decepción con el primer mandato Obama, aunque lo que mejor funciona, ya que el subtexto resulta tan categórico, es la sutil y constante metáfora de que, en todo momento, alguien tiene que cargar con las culpas para que el sistema delictivo siga igual. ¿Habla de crimen o habla de economía? ¿Se refiere Dominik a cualquier capo de medio pelo o está pensando en Madoff? ¿Creemos en América o no?"...



ENLACES:

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